El gobierno nacional confirmó la eliminación de los aranceles a los celulares importados a partir del 15 de enero de 2026, en una decisión que promete reconfigurar el mercado tecnológico argentino. La medida, incluida en el Decreto 333/2025, pone fin a un proceso gradual que comenzó en mayo y que, al eliminar el 8% restante del Derecho de Importación Extrazona (DIE), beneficiará a consumidores y empresas. Además, los celulares producidos en Tierra del Fuego quedarán exentos de impuestos internos, lo que refuerza el impulso a la producción nacional.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, defendió la medida asegurando que “alivia el bolsillo, fomenta la competencia y ayuda a combatir el contrabando y el robo de teléfonos”, fenómenos que, según el gobierno, eran exacerbados por la gran brecha de precios entre Argentina y países vecinos. En la actualidad, un celular de alta gama puede costar el doble que en Brasil o Estados Unidos, lo que ha generado un mercado distorsionado que perjudica a los consumidores argentinos.

Con la eliminación de aranceles y la reducción de impuestos internos, se espera una caída en los precios de los dispositivos. Según Gabriel Salomón, director comercial de la importadora Jidoka, los precios podrían reducirse entre un 30% y un 40% durante 2026, lo que alinearía los costos con los de la región. Además, la medida impulsaría el crecimiento de las importaciones, que podrían duplicarse el próximo año gracias a la apertura del mercado y al crecimiento del comercio con China, país con el que ya se registra un fuerte aumento en las compras de electrónicos.

Sin embargo, la medida también generó  preocupación en la industria de Tierra del Fuego, donde algunos temen que la apertura del mercado impacte en la producción local y el empleo. A pesar de estas inquietudes, el gobierno sostiene que las exenciones fiscales y otros incentivos contribuirán a equilibrar la competitividad del sector, impulsando tanto la producción nacional como la importación de productos a precios más accesibles. Este cambio de rumbo también trae consigo la esperanza de una menor brecha digital en el país, especialmente para estudiantes y trabajadores que ahora podrán acceder a dispositivos tecnológicos más económicos.