La Canasta Básica Total, que determina el umbral de pobreza, registró un aumento del 3,1% durante octubre, de acuerdo con los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). La cifra se ubicó 0,8 puntos por encima del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mismo mes y se convirtió en el segundo valor más alto de 2025.
Según el organismo, una familia tipo de cuatro integrantes necesitó $1.213.799 para no caer bajo la línea de pobreza, mientras que el acumulado anual alcanzó un 18% de aumento. Este nivel de gasto refleja el impacto sostenido de la inflación en los alimentos, servicios básicos y transporte, rubros que siguen presionando sobre el poder adquisitivo de los hogares.
El dato se da en un contexto donde el gobierno de Javier Milei busca mantener la inflación controlada a través de una política de ajuste fiscal y monetario. Sin embargo, los indicadores de consumo interno y la pérdida de ingresos reales continúan mostrando una economía doméstica en tensión, especialmente en los sectores medios y bajos.
La suba de la canasta básica vuelve a poner en foco el desafío del poder de compra de los argentinos, que deben destinar cada vez más ingresos a cubrir necesidades esenciales.

