Oriunda de Díaz, la joven mamá cursó el final de su embarazo en medio del aislamiento. Cuando rompió bolsa emprendió viaje hacia la clínica de San Genaro para dar a luz, pero en el ingreso de la localidad y en medio de los operativos de control, el vehículo presentó una falla y debió ser socorrida por policías y bomberos. Finalmente Francesca llegó sana y salva a este mundo. El hospital y los controles sanitarios son estrictos.
Se trata de Paola Solís, madre primeriza a sus 19 años que, en diálogo con IRE, expresó: “Fue como una película para mí”, ya que para tener a Francesca, su bebé que hoy tiene cinco días de vida, debió atravesar una breve odisea sumada a las restantes particularidades que atañe la actual coyuntura por la pandemia de coronavirus.
Este sábado, Paola emprendió viaje hacia San Genaro donde finalmente fue atendida por profesionales en la clínica pero el viaje no fue sencillo: “Cuando llegamos, nos pararon en los controles, no sabíamos que teníamos que poner algo blanco para que nos dejen pasar directamente”, comentó.
Una vez resuelta la situación en los controles, intentan continuar el viaje con destino a la clínica pero el vehículo no respondió y quedaron varados hasta que finalmente uno de los oficiales solicitó la presencia de la ambulancia y bomberos.
“No estaba nerviosa, estaba tranquila”, indicó la mamá, hasta tanto llegaron los bomberos y la ambulancia, presentando la particular postal propia de la emergencia sanitaria: mamelucos blancos y barbijos.
A continuación fue trasladada hacia la clínica y finalmente tuvo a la pequeña Francesca por cesárea, mientras fue acompañada por su madre y el padre de la niña que pesó 3 kilos 200 gramos. “Ellos me ayudaron y estuvieron todo el tiempo conmigo”, manifestó.
“Era todo distinto en la clínica, cuando llegué a internarme me estaban esperando todos con barbijos”, señaló la joven madre, en adelante continuará con los controles de manera normal en la localidad de San Genaro.