Francesco Geminale, nacido en Pueblo Andino, fue protagonista de la Fiesta Conmebol Evolución, torneo internacional disputado con la Sub 13 de Newell’s Old Boys. El juvenil llegó a la final frente a Cerro Porteño de Paraguay y, tras un partido intenso, la definición por penales le dio el título a los rivales.

En diálogo con IRÉ, Francesco aseguró: “La experiencia fue hermosa, ya que pudimos competir con gente de otros países. Estuvimos en el hotel todos juntos, pudimos ser amigos, por suerte, con los de Chile, Uruguay y algunos de Perú. Fue hermoso. Las canchas estuvieron muy buenas y cómo se organizó la Conmebol para ese torneo estuvo muy bueno“.

Sobre la final, no ocultó sus sentimientos: “La tristeza por la final que tuvimos por los penales, se nos fue ahí al último minuto. Nos chorearon, porque le cobraron un penal que no fue penal. Yo cuando entré estaba muy nervioso, pero me tranquilicé dentro de la cancha. Y después, por los penales, mucha tristeza sentí”.

Más allá del resultado, Francesco destacó lo aprendido: “Aprendimos todos de no burlarnos, de no involucrarnos en peleas como pasó con los de Brasil. En lo futbolístico aprendimos a asociarnos más en la cancha y a darnos más confianza“.

Con orgullo, contó lo que significa vestir la camiseta rojinegra: “Para mí, representar a Newell’s es una locura. Nunca pensé que iba a lograr esto, porque cuando era chiquito yo jugaba en Central. Y ahora estoy siendo titular en AFA“.

El juvenil de Andino también compartió sus sueños: “Mi meta, como la de todos, es llegar a Primera. Y si se puede, ganar la Copa Internacional que tenemos ahora en diciembre, que vamos a Barcelona”.

Por último, valoró la seriedad con la que el club los prepara: “La forma de manejarse fue muy increíble, porque nos manejamos así como los de Primera. Comiendo, con la quinesióloga, la doctora que nos decía qué teníamos que comer cada día. También con el descanso, nos sacaban los celulares de noche para estar bien para el partido. En la cancha nos entendemos muy bien, por eso llegamos a donde llegamos”.

Y resumió toda la experiencia en una sola palabra: “Inolvidable”.