El pasado domingo, por la fecha 11 del Torneo Clausura de la Liga Totorense, se vivió una nueva edición del clásico de Serodino. Allí Boca Juniors recibía a Belgrano de Serodino en una tarde ideal para disputar un partido de estas características.
El encuentro, además de ser pasional por lo que significa en el pueblo, estaba agravado por la situación de ambos en la tabla de posiciones, ya que Belgrano llegaba con 17 puntos y Boca con 15, y por el último antecedente entre ambos.
Con una cancha llena de los dos lados y mucho color, el árbitro pitó fuerte y puso a jugar a “xeneizes” y “leones”. Apenas iban ocho minutos cuando un error en la salida del arquero local dejó la pelota servida para Santa María, que definió con precisión y puso el 1 a 0. Ese gol tempranero terminaría siendo decisivo en un duelo cargado de intensidad.
Belgrano intentó adueñarse del juego y tuvo algunos pasajes de dominio, pero con el correr de los minutos Boca tomó mayor protagonismo. Sin embargo, la posesión que tuvo Boca no se tradujo en situaciones claras, ya que el visitante supo cerrarse bien atrás y neutralizar los intentos del local.
La figura destacada fue Néstor “Teto” Suárez, que se multiplicó en la defensa para cubrir espacios y sostener el bloque de Belgrano. Con su despliegue, fue clave para que Boca no pudiera filtrar pases peligrosos ni encontrar claridad en los últimos metros.
El conjunto local buscó, especialmente en la segunda parte, pero sus mejores oportunidades llegaron con remates lejanos: Pérez Molina probó a los 25 minutos y Carlos Enrique lo hizo cerca del final, ambos con disparos que pasaron muy cerca del arco. En la primera etapa, Ibaldi había tenido otra aproximación que tampoco prosperó.
Belgrano, en cambio, tuvo chances de liquidar el partido de contra, pero no pudo ampliar la diferencia. De todas maneras, supo sostener la ventaja y resistir hasta el final para quedarse con un triunfo muy valioso en condición de visitante.
El 1-0 le permite a Belgrano sumar tres puntos claves en su lucha por meterse en la fase decisiva, y además le da el sabor especial de haberlo conseguido nada menos que en el clásico de la localidad.