El juez Fabián Lorenzini, a cargo del concurso de acreedores de Vicentin SAIC, resolvió este martes que Grassi S.A. resultó ganadora del proceso de cramdown o salvataje. La decisión se basó en que la firma cerealista rosarina fue la primera en comunicar la obtención de las conformidades suficientes para aprobar el acuerdo preventivo de la malograda aceitera santafesina.

Previamente, la Sindicatura del concurso había informado que, tras analizar las presentaciones de los acreedores que adhirieron a la oferta de pago propuesta por Grassi, todas se encontraban correctas. Con ese aval, Lorenzini notificó el resultado sin observar ni impugnar a ninguno de los acreedores incluidos por la cerealista.

“Los legitimados procesales concursales podrán impugnar dicho acuerdo dentro del plazo de cinco días siguientes a la notificación de esta providencia”, señala el escrito firmado por el magistrado, en referencia al artículo 50 de la Ley de Concursos y Quiebras.

La resolución deja en una posición compleja a Molinos Agro y Louis Dreyfus Company (LDC), que se habían presentado en tándem para competir con Grassi. Cualquier intento de impugnación de su parte deberá enfrentarse tanto a los argumentos de la Sindicatura como al visto bueno del juez, que consideraron válidas las adhesiones presentadas por el grupo rosarino.

Además, el nivel de apoyo que logró Grassi fue determinante: obtuvo adhesiones que superan ampliamente el 66% del capital exigido por ley, e incluso se estima que bordea el 90%. La clave estuvo en los votos de tres grandes acreedores (la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), un grupo de bancos y un fideicomiso financiero) que representaban cerca del 25% del capital total y terminaron inclinando la balanza.

De esta forma, el holding liderado por Mariano Grassi quedó a un paso de tomar el control de la compañía, que durante décadas fue un emblema de la agroindustria argentina. Una vez vencido el período de impugnaciones, el juez Lorenzini avanzará con la homologación judicial del acuerdo, tras lo cual los acreedores comenzarán a cobrar.

En paralelo, el juzgado y la intervención preparan una transición ordenada de la titularidad accionaria, que se concretaría entre fines de este año y el primer trimestre de 2026. Así, se abre una nueva etapa para Vicentin, con Grassi al frente de su recuperación y con la expectativa de volver a poner en marcha una de las principales plantas aceiteras del país.