En medio de la rutina diaria, a veces aparecen pequeñas historias que nos recuerdan que los gestos de bondad siguen vivos. Rosi Girardi, estudiante del profesorado de educación primaria en San Lorenzo, vivió uno de esos momentos. Este jueves, encontró un celular olvidado en el colectivo y decidió hacer todo lo posible para devolverlo a su dueño.

Rosi viaja todos los días desde Maciel en la línea Tata Rápido Santa Fe–Rosario de las 11:00 horas. Ayer, al llegar a San Lorenzo, vio el celular en los asientos del fondo. Preguntó a las personas cercanas si les pertenecía, y al recibir una negativa, lo guardó con la firme intención de localizar a quien lo había perdido.

Al llegar a su casa, cargó el dispositivo y comprobó que tenía contraseña. Al revisar en “emergencia”, solo encontró un dato: El nombre Gabriel Alejandro García. Hasta ahora, nadie se comunicó, pero Rosi sigue esperanzada en que pronto pueda entregarlo.

“Podría habérmelo quedado, pero no es lo correcto. Quiero que vuelva a su dueño, porque sé lo importante que puede ser un celular, no solo por lo material, sino por todos los recuerdos que guarda”, contó Rosi, con la convicción de que un pequeño acto puede marcar la diferencia.

Quien sea el propietario puede comunicarse con producción para coordinar la devolución. Esta historia nos recuerda que, incluso en los detalles más simples, la solidaridad y la honestidad siguen iluminando el día a día.