En apenas dos días posteriores al anuncio presidencial de la eliminación de retenciones, el Cordón Industrial de San Lorenzo, Timbúes y Puerto San Martín volvió a mostrar su peso estratégico en la economía argentina. De las 11,4 millones de toneladas declaradas para exportación (DJVE), el 41% correspondió a harina de soja, principal subproducto elaborado en la zona.

El informe difundido por el Ministerio de Economía indica que la soja y sus derivados concentraron el 72% del total liquidado, lo que confirma que el polo agroindustrial del Cordón es el verdadero motor de generación de divisas mediante el agregado de valor.

La magnitud de lo exportado en tan solo dos jornadas no solo reafirma la centralidad del Cordón Industrial en el mapa productivo argentino, sino que también derriba el mito de que las ventas externas del país se reducen a granos sin procesar.

Desde hace años, esta región aporta cerca del 80% de las exportaciones nacionales de subproductos de soja, y ahora, con la reapertura de mercados, ya se concretaron los primeros envíos de harina de soja hacia Europa.

El Cordón Industrial, pese a su escasa visibilidad en el relato nacional en comparación con sectores como Vaca Muerta, ratifica con números su papel decisivo en la economía y la generación de divisas del país.