Dos policías que brindaron servicios en la Unidad Regional XVII de San Lorenzo fueron condenados en primera instancia, acusados del crimen del barrabrava de Newell’s de Rosario, Marcelo “Coto” Medrano. Los jueces Ivaldi Artacho, Sansó y Hernández, fallaron este lunes y determinaron 18 años de prisión para el efectivo policial Gabriel Godoy y 15 para el policía Milton Bondi. Cabe acotar que estos magistrados de segunda instancia ratificaron lo realizado en primera instancia por Patricia Bilotta, Valeria Pedrana y Nicolás Vico Gimena.

Ya hace cinco años, el barra fue asesinado el 10 de septiembre de 2020 en la estación de servicio YPF ubicada en Eva Perón y Avenida San Martín, en Granadero Baigorria. La investigación del fiscal Luis Schiappa Pietra reveló que Medrano, acompañado de su pareja y su bebé, estacionó su Ford Fiesta blanco alrededor de las 23:15 para realizar compras. A los pocos segundos, dos sujetos bajaron de una Eco Sport y lo remataron con 15 disparos mientras ya estaba en el suelo.

La pareja de Medrano –que fue apuntada por Bondi con un arma en esa ejecución-, fue la que reconoció a los dos acusados y es la principal testigo del juicio en el que el Schiappa Pietra aseguró que la prueba obtenida de testimonios, pericias telefónicas y videos registrados por cámaras del lugar eran suficientes para condenar a ambos.

No es un dato menor que uno de los policías es hermano de Daniel Godoy, narcotraficante y antagónico de “Coto”. Y peor aún, el policía había sido acusado de participar en la causa Paula Perassi pero fue sobreseído. Además el tribunal destacó que el homicidio tuvo un móvil relacionado con disputas territoriales y narcotráfico, en el que Medrano y los hermanos Godoy estaban involucrados.

“No es un caso más”

Al respecto, el diputado provincial Carlos Del Frade, quien como periodista siempre estuvo atento a la narcocriminalidad en la provincia, expresó que “estos nombres, en realidad, son expresiones individuales de un poder económico ilegal que tiene terminalidades en puertos secos, robo de camiones, narcotráfico, tráfico de armas y nichos de corrupción siempre presentes en las fuerzas de seguridad y también en otras agencias estatales de control sobre la geografía que produce el 75 por ciento de las exportaciones argentinas”.

Agregó luego que “no es un caso más y parece que las historias individuales de cada una de estas personas tienen ramificaciones en otros ámbitos. De hecho, Gustavo Shanahan, empresario de renombre en los últimos veinte años, terminó procesado por narcotraficante y lavador de las huestes relacionadas con “Coto” Medrano. ¿Esa densidad de los negocios ilegales terminó o tiene nuevos actores? Detrás de la disputa -por ahora retardada- entre Los Monos y Alvarado, ¿no hay una reconfiguración de negocios no solamente locales si no también internacionales? La sentencia de hoy es un jalón en la justicia regional” finalizó el legislador.