En San Lorenzo, un vecino encontró una forma sencilla pero poderosa de transformar la pesca en un puente de ayuda. Bajo el nombre de Pesca Solidaria, decidió que cada jornada en el Río Paraná podía convertirse en una oportunidad para tender la mano a quienes atraviesan momentos difíciles.
El mecanismo es tan simple como inspirador: cada vez que logra pescar, en lugar de vender el pescado por dinero, publica en Marketplace de su perfil de Facebook personal (Gastón Vivas) cuántas piezas tiene disponibles. Ahí, invita a quienes estén interesados a intercambiar ese pescado por alimentos no perecederos. Lo recaudado, lejos de quedar en su casa, se organiza en bolsones que luego son entregados a familias de la región que más lo necesitan o a comedores sociales.
De esta manera, un hobby se transformó en una herramienta solidaria. Lo que para algunos es un día de pesca, para otros termina siendo una bolsa con arroz, fideos, leche o aceite que alivia la mesa de la semana.
Con el tiempo, las publicaciones comenzaron a generar eco en la comunidad digital y a sumar voluntades. Cada trueque se convierte en una pequeña cadena solidaria, donde la confianza y la empatía son la base. No hay intermediarios ni fines de lucro: el río aporta los pescados, la gente acerca los alimentos y la solidaridad hace el resto.
Pesca Solidaria es la prueba de que las acciones más simples pueden tener un gran impacto. En cada pez hay una historia de ayuda, y en cada bolsa entregada, la certeza de que la solidaridad también se pesca.
Gastón invita a todas las personas que quieran sumarse a colaborar a mandar un mensaje en cualquiera de sus redes sociales:”A veces se hace dificil porque no se pesca nada, y la gente espera tener la comida“.
@pesca_solidaria hola soy Gaston vivas #fypシ゚