Las entidades financieras comenzaron a reorganizar sus prestaciones y las localidades de la región sienten el impacto de los cambios. En el caso del Banco Macro la página oficial hace tiempo ya no contemplaba la oficina de Oliveros como sucursal y finalmente el último día hábil de marzo dejó de funcionar completamente. Por su parte, pese a la incertidumbre Maciel, Serodino, Timbúes, Puerto General San Martín y San Lorenzo siguen activas como puntos de referencia. En paralelo, comenzaron a quitar cajeros en localidades donde consideran que “no son rentables” como es el caso de Carrizales o Bustinza.

Con nula comunicación a los usuarios más que un cartel en la puerta de la sede de calle Buenos Aires en pleno corazón de Oliveros, con el correr de los meses y con un gran impacto tras la pandemia, las prestaciones de la oficina del Banco Macro fueron bajando hasta desaparecer el último día hábil de marzo. Inclusive a la habitual falta de dinero del cajero le sumaron el retiro de la cartelería y que la máquina esté apagada. Entonces, lo que alguna vez fue un banco hoy es un inmueble vacío.

El Banco Macro cerró su atención en Oliveros

IRÉ consultó a la comuna sobre las gestiones para sostener las prestaciones, donde puntualizaron que fueron muchas y de larga data, pero con todas respuestas negativas. La cierto es que Oliveros tiene además el cajero del banco Santa Fe donde funcionó la Mutual de Clarke hace tiempo atrás.

Distinta es la situación de Carrizales, por ejemplo. Donde el anuncio significa eliminar completamente el servicio siendo los únicos prestadores. “La Comuna de Carrizales informa a la población que, por disposición del Banco Macro, el cajero automático actualmente instalado dejará de prestar servicio. Las autoridades comunales, junto a profesionales, han realizado diversas gestiones y propuestas ante la entidad bancaria con el fin de mantener el funcionamiento del servicio, pero lamentablemente no se obtuvieron resultados favorables”.

Un contexto similar atraviesa Bustinza y la baja de operatividad también afecta a Salto Grande. Es que según dicen se basan en el “modelo de negocio” que elige la entidad para focalizar su continuidad y las pequeñas localidades no están dentro de sus intereses.

Alertas desde Clarke, plantearon que “Ante esta situación, se comunica que la Comuna se encuentra trabajando con otra entidad financiera para lograr la instalación de un nuevo cajero automático que garantice este servicio esencial”. Y el Banco Municipal surge como una posibilidad quienes instalaron en los últimos años dispositivos para transacciones en Timbúes, Pueblo Andino, Monje y Barrancas.

El Banco Macro cerró su atención en Oliveros