La crisis financiera de Celulosa Argentina, una de las principales productoras de papel del país, dio un giro preocupante con la reciente demanda judicial presentada ante el Juzgado en lo Civil y Comercial N.o 1 de San Lorenzo. La solicitud de quiebra fue impulsada por Tecmaco Integral S.A., empresa acreedora de la papelera, debido a una deuda de 13 millones de pesos. Sin embargo, la situación parece ser aún más compleja de lo que inicialmente se había reportado, ya que, según fuentes judiciales, la compañía enfrenta cheques rechazados por más de 40 millones de pesos y una grave morosidad con las Obligaciones Negociables que vencieron en mayo.
“Se agotaron las vías extrajudiciales. Tecmaco tiene título suficiente y, como ocurre en estos casos, cualquier acreedor en esa situación puede solicitar la quiebra”, señalaron fuentes del ámbito judicial.
“Se agotaron las vías extrajudiciales. Tecmaco tiene título suficiente y cualquier acreedor en esa situación puede solicitar la quiebra”
Celulosa Argentina atraviesa una crisis financiera de larga data. A pesar de haber contratado a la firma VALO Columbus para reestructurar su deuda y evitar la quiebra, las medidas tomadas no lograron frenar el deterioro económico de la compañía. Este colapso no solo afecta a los acreedores y a la empresa misma, sino también a los trabajadores, quienes fueron golpeados por atrasos salariales y una creciente tensión laboral. Esta semana, empleados de seguridad privada realizaron una protesta en la planta de Capitán Bermúdez debido a la falta de pago de sus sueldos y aguinaldos correspondientes a junio.
La preocupación crece tanto entre los trabajadores como entre los empresarios locales, ya que la crisis de la papelera podría agravar aún más la situación económica de una zona ya afectada por la baja en las ventas minoristas. Según informes de junio, las ventas cayeron un 0,5%, un indicador preocupante que refleja la debilidad de la economía en la región.