En medio del dolor por un accidente fatal en la autopista Rosario–Santa Fe, a la altura del kilómetro 85,5 entre Barrancas y San Fabián, surgió una historia que devuelve esperanza: El rescate de una perrita que había quedado perdida en el lugar. Una docente la vio varios días al pasar, dio aviso y, a través del grupo Rescate Animal Barrancas (RAB), en coordinación con vecinos solidarios y personal policial, lograron rescatarla para que se reencuentre con sus cachorros. Ahora todos, por decisión de la familia, tienen un nuevo hogar.
Durante horas, la perrita permaneció en la zona, agotada, con hambre, sed y un miedo enorme. Los primeros intentos de vecinos, de la policía y de integrantes de RAB no habían dado resultado. Pero lejos de rendirse, decidieron organizarse para volver al lugar y trabajar juntos.
“Hubo un hermoso trabajo grupal, nada sencillo y con muchos riesgos, pero se logró lo más ansiado: Rescatar a esa mamá cansada, agotada, con hambre, sed y un susto enorme”, relató María Constanza Zanini, integrante de RAB. La emoción fue compartida por todos los que participaron: Vecinos, voluntarios y policías que no dudaron en arriesgarse para salvarla.
La escena decisiva llegó cuando, gracias a la coordinación con la policía de San Fabián, se acercó uno de los cachorros de la perra. Ese reencuentro fue clave para que, finalmente, la madre pudiera ser contenida. La agente Estefanía, que había asistido también en el accidente, fue quien logró atraparla con paciencia y cariño.
“Hoy fue un día muy emotivo, pudimos rescatar a la mamá de los cachorros involucrados en el accidente del día martes. Esta hermosa perrita y sus cachorros ya están a salvo y muy bien cuidados. La familia nos dio el honor de cuidarlos y eso hacemos”, expresó la policía en sus redes sociales.
Detrás de la alegría hubo también momentos de tensión. La perra había cruzado la autopista varias veces, se refugiaba en los pastizales y costaba seguirle el rastro. La coordinación entre los diferentes grupos fue fundamental: cada movimiento debía pensarse para no espantarla ni ponerla en riesgo.
Finalmente, la historia tuvo un final feliz. La perra fue reunida con sus tres cachorros, que estaban bajo resguardo, y todos juntos quedaron en cuidado de la policía de San Fabián. “Hoy tenemos el alma llena. Gracias de nuevo a todos”, resumieron desde Rescate Animal Barrancas, dejando en claro que lo que se logró fue gracias al esfuerzo conjunto.
En un contexto marcado por la tragedia, este rescate se convirtió en una luz de esperanza. Una historia que muestra cómo la solidaridad, el trabajo en equipo y la empatía pueden transformar el dolor en una emoción compartida.