El Decreto 682/2025, publicado en el Boletín Oficial, establece que la alícuota de retenciones para granos y subproductos de la Nomenclatura Común del Mercosur será del 0%, vigente hasta el 31 de octubre de 2025 o hasta que se registren Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) por USD 7.000 millones, lo que ocurra primero. La medida apunta a incentivar las exportaciones y mejorar la competitividad del sector agroindustrial.
Los exportadores deberán liquidar al menos el 90% de los dólares generados por cada DJVE dentro de los tres días hábiles posteriores, mediante cobros, anticipos o esquemas de pre y postfinanciación externa. Esta obligación busca asegurar la rápida entrada de divisas y aliviar las tensiones en el mercado cambiario.
La decisión del Gobierno se enmarca en un sector clave de la economía: en 2024, las exportaciones agroindustriales crecieron 56% en volumen y 26% en valor, generando unos USD 48.000 millones, con el complejo granario representando la mitad. Durante los primeros siete meses de 2025, el comercio exterior del sector mantuvo la tendencia positiva, con aumentos destacados en trigo (+31%), girasol (+25%), aceite de soja (+6%) y maíz (+3%).
La medida genera un beneficio fiscal claro para los exportadores, pero plantea interrogantes sobre la recaudación del Estado en un contexto de ajuste fiscal. Mientras el sector celebra la eliminación temporal de un impuesto considerado distorsivo, los analistas financieros observan si la inyección de divisas logrará estabilizar el dólar o si se tratará de un efecto de corto plazo. El Congreso evaluará la validez del decreto según la Ley 26.122, a través de la Comisión Bicameral Permanente.